¿Sabías que tu plan de jubilación 401(k) puede ser una de las mejores herramientas para asegurar tu futuro financiero? Un plan 401(k) es una cuenta de ahorro con beneficios fiscales que te permite invertir parte de tu salario en fondos de inversión. Así, puedes hacer crecer tu dinero sin pagar impuestos hasta que lo retires.
Pero no basta con abrir un plan 401(k) y olvidarse de él. Para aprovechar al máximo esta oportunidad, debes seguir algunas estrategias que te ayudarán a optimizar tu rendimiento y reducir tus costos. En este artículo te explicamos cómo hacerlo.
Aporta lo máximo que puedas
Una de las claves para sacarle provecho a tu plan 401(k) es aportar lo máximo que puedas cada año. El IRS establece un límite anual para las contribuciones, que en el 2023 es de $22,500 (o $30,000 si tienes 50 años o más). Si puedes llegar a este límite, estarás aprovechando al máximo el beneficio fiscal y el potencial de crecimiento de tu dinero.
Además, si tu empleador ofrece una contribución igualatoria, es decir, que aporta una cantidad adicional por cada dólar que tú aportes hasta cierto porcentaje de tu salario, debes tratar de alcanzar ese porcentaje mínimo para no perder ese dinero gratis. Por ejemplo, si tu empleador iguala el 50% de tus aportes hasta el 6% de tu salario, debes aportar al menos el 6% para recibir la máxima igualación posible.
Aumenta tus aportes periódicamente
Otra forma de sacarle provecho a tu plan 401(k) es aumentar tus aportes periódicamente. Puedes hacerlo cada vez que recibas un aumento de sueldo, una bonificación o un ingreso extra. También puedes programar aumentos automáticos cada año o cada cierto tiempo. Así, podrás acercarte al límite anual sin que afecte mucho a tu presupuesto.
Aumentar tus aportes periódicamente tiene un gran impacto en el largo plazo. Por ejemplo, si ganas $50,000 al año y aportas el 10% de tu salario a tu plan 401(k), tendrás unos $1.2 millones al cabo de 30 años, asumiendo un rendimiento anual del 7%. Pero si aumentas tus aportes en un 1% cada año hasta llegar al 15%, tendrás unos $1.8 millones al final del mismo periodo.
Elige bien tus fondos de inversión
Otro aspecto clave para sacarle provecho a tu plan de jubilación 401(k) es elegir bien tus fondos de inversión. Estos son los vehículos que te permiten invertir tu dinero en diferentes activos, como acciones, bonos o materias primas. Cada fondo tiene un nivel de riesgo y rentabilidad diferente, y debes elegir los que se adapten mejor a tu perfil y objetivos.
Una buena forma de elegir tus fondos es seguir la regla del 110. Esta consiste en restar tu edad al número 110 y usar el resultado como el porcentaje de tu dinero que debes invertir en fondos de acciones, que son más riesgosos, pero más rentables en el largo plazo. El resto lo debes invertir en fondos de bonos, que son más seguros, pero menos rentables.
Por ejemplo, si tienes 40 años, según la regla del 110 debes invertir el 70% de tu dinero en fondos de acciones y el 30% en fondos de bonos. A medida que te acerques a la jubilación, debes ir reduciendo la exposición al riesgo y aumentando la seguridad.
Además de seguir esta regla, debes diversificar tus inversiones entre diferentes tipos de fondos, sectores y regiones. Así podrás reducir el riesgo y aprovechar las oportunidades del mercado. También debes revisar periódicamente el desempeño de tus fondos y hacer ajustes si es necesario.
Minimiza los costos y los impuestos
Finalmente, para sacarle provecho a tu plan de jubilación 401(k) debes minimizar los costos y los impuestos asociados a este tipo de cuenta. Los costos son las comisiones que cobran los administradores del plan y los gestores de los fondos por sus servicios. Los impuestos son los que pagas cuando retiras el dinero en la jubilación.
Para minimizar los costos, debes elegir fondos con bajas comisiones o ratios de gasto. Estos son los porcentajes que se deducen anualmente del valor del fondo para cubrir sus gastos operativos. Cuanto más bajo sea este ratio, más dinero te quedará en tu bolsillo.
Para minimizar los impuestos, debes elegir entre un plan 401(k) tradicional o uno Roth. En el tradicional, tus aportes se deducen de tus ingresos antes de impuestos, pero pagas impuestos cuando retiras el dinero. En el Roth, tus aportes se hacen con dinero ya gravado, pero no pagas impuestos cuando retiras el dinero.
La elección entre uno u otro depende de tu situación fiscal actual y futura. Si crees que pagarás más impuestos en la jubilación que ahora, te conviene elegir el Roth. Si crees que pagarás menos impuestos en la jubilación que ahora, te conviene elegir el tradicional.