¿Sabías que las deudas estudiantiles son uno de los principales problemas financieros de los jóvenes en España? Según el último informe del Banco de España, el 30% de los graduados universitarios tiene algún tipo de préstamo para financiar sus estudios. Y muchos de ellos no saben cómo afrontar el pago de sus deudas.
En este artículo te voy a explicar qué son las deudas estudiantiles, cómo funcionan, qué opciones tienes para reducirlas o eliminarlas y qué consejos te puedo dar para evitar que se conviertan en una pesadilla. Así que sigue leyendo y descubre cómo puedes mejorar tu situación financiera.
¿Qué son las deudas estudiantiles?
Las deudas estudiantiles son los préstamos que solicitas para pagar tus estudios superiores, ya sean universitarios o de formación profesional. Estos préstamos suelen tener unas condiciones especiales, como un plazo de carencia (tiempo en el que no pagas nada), un tipo de interés más bajo que el de otros créditos o la posibilidad de aplazar o condonar el pago en función de tu situación laboral o personal.
Sin embargo, estas ventajas también tienen sus inconvenientes. Por ejemplo, el plazo de devolución suele ser muy largo (entre 10 y 20 años), lo que implica que acabarás pagando mucho más dinero en intereses. Además, si no cumples con las condiciones del préstamo, puedes tener problemas legales o entrar en una lista de morosos.
¿Cómo funcionan las deudas estudiantiles?
Las deudas estudiantiles se pueden dividir en dos tipos: públicas y privadas. Las públicas son las que te concede el Estado o alguna entidad pública, como el Ministerio de Educación o las comunidades autónomas. Las privadas son las que te ofrece una entidad financiera, como un banco o una caja de ahorros.
Las condiciones de cada tipo de préstamo pueden variar según el importe, el plazo, el interés y los requisitos que debes cumplir. Por lo general, las públicas suelen ser más favorables que las privadas, pero también tienen menos disponibilidad y más exigencias.
Para solicitar una deuda estudiantil, debes presentar una serie de documentos que acrediten tu identidad, tu situación académica y tu nivel de ingresos. También debes firmar un contrato donde se especifican las condiciones del préstamo y las obligaciones que asumes como prestatario.
¿Qué opciones tienes para reducir o eliminar tus deudas estudiantiles?
Si tienes una o varias deudas estudiantiles y quieres mejorar tu situación financiera, tienes varias opciones a tu alcance:
- Negociar con la entidad prestamista: puedes intentar renegociar las condiciones del préstamo, como el plazo, el interés o la cuota mensual. Para ello, debes demostrar tu buena voluntad y tu capacidad de pago. También puedes solicitar una refinanciación o una reunificación de tus préstamos en uno solo con mejores condiciones.
- Solicitar una ayuda pública: puedes optar a alguna subvención o beca del Estado o de alguna entidad pública que te ayude a pagar parte o la totalidad de tu préstamo. Para ello, debes cumplir unos requisitos académicos y económicos. Algunas ayudas son el programa Erasmus+, el Fondo Social Europeo o el Fondo Solidario para la Educación Superior.
- Acogerte a un plan especial: puedes beneficiarte de algún plan especial que te permita aplazar o condonar el pago de tu préstamo en función de tu situación laboral o personal. Algunos planes son el Programa Estatal para la Promoción del Empleo Juvenil, el Programa Nacional para la Inclusión Social o el Programa para la Protección a los Deudores Hipotecarios.
- Declararte en quiebra: esta es la opción más drástica y la que más consecuencias negativas tiene para tu futuro financiero. Consiste en declararte insolvente ante un juez y solicitar la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI), es decir, la cancelación total o parcial de tus deudas. Para ello, debes cumplir unos requisitos legales y demostrar que has actuado de buena fe y que no tienes bienes ni ingresos suficientes para pagar tus obligaciones.
¿Qué consejos te puedo dar para evitar que tus deudas estudiantiles se conviertan en una pesadilla?
Si quieres evitar que tus deudas estudiantiles se conviertan en un problema grave para tu economía personal, te recomiendo que sigas estos consejos:
- Infórmate bien antes de solicitar un préstamo: compara las diferentes opciones disponibles, lee con atención las condiciones del contrato y haz un presupuesto realista de tus ingresos y gastos futuros.
- No pidas más dinero del que necesitas: calcula cuánto te va a costar realmente tu formación y solicita solo lo imprescindible. Así evitarás endeudarte más de lo necesario y pagar más intereses.
- Paga tus cuotas puntualmente: respeta los plazos establecidos y no te retrases en los pagos. Así evitarás recargos, penalizaciones o problemas legales.
- Ahorra e invierte: destina una parte de tus ingresos a crear un fondo de emergencia que te permita hacer frente a imprevistos o situaciones difíciles. También puedes invertir en activos que te generen rentabilidad a largo plazo y te ayuden a aumentar tu patrimonio.
- Busca fuentes alternativas de ingresos: aprovecha tus conocimientos, habilidades o pasiones para generar ingresos extra que te permitan amortizar tus préstamos antes o mejorar tu calidad de vida.
Espero que este artículo te haya sido útil y te haya ayudado a entender mejor qué son las deudas estudiantiles, cómo funcionan, qué opciones tienes para reducirlas o eliminarlas y qué consejos te puedo dar para evitar que se conviertan en una pesadilla.
Recuerda que lo más importante es tener una buena educación financiera y tomar decisiones responsables sobre tu dinero.
