¿Te sientes agobiado por las deudas que no puedes pagar? ¿Te acosan los acreedores y no sabes qué hacer? No estás solo. Muchas personas se encuentran en una situación de sobreendeudamiento que les impide vivir con tranquilidad. Pero no todo está perdido. Existen algunas opciones y recursos legales que puedes utilizar para afrontar tus deudas impagables y salir del apuro. En este artículo te explicamos cuáles son y cómo acceder a ellos.
¿Qué son las deudas impagables?
Antes de entrar en materia, es importante definir qué son las deudas impagables. Se trata de aquellas obligaciones financieras que superan tu capacidad de pago, es decir, que no puedes cubrir con tus ingresos regulares ni con tus activos disponibles. Esto puede deberse a varios factores, como una mala gestión del dinero, un imprevisto económico, una bajada de ingresos, un aumento de gastos o una combinación de todos ellos.
Las deudas impagables pueden tener consecuencias negativas para tu salud financiera y personal, como el deterioro de tu historial crediticio, el embargo de tus bienes, el estrés, la ansiedad o la depresión. Por eso, es fundamental que busques una solución lo antes posible y que no te resignes a vivir con el problema.
¿Qué opciones tienes para afrontar tus deudas impagables?
Si tienes deudas impagables, no te desesperes. Existen algunas opciones que puedes explorar para intentar resolver tu situación. Estas son las más comunes:
Negociar con tus acreedores
Una de las primeras cosas que puedes hacer es contactar con tus acreedores y explicarles tu situación. Puede que estén dispuestos a ofrecerte alguna facilidad de pago, como una reducción de la cuota, una ampliación del plazo, una quita o una condonación parcial o total de la deuda. Esto dependerá del tipo de acreedor, del tipo de deuda y de tu capacidad de negociación. Lo importante es que seas honesto y que demuestres tu voluntad de pagar.
Solicitar la ley de segunda oportunidad
Otra opción que tienes es acogerte a la ley de segunda oportunidad, una normativa que te permite liberarte de tus deudas si cumples una serie de requisitos. Estos son:
- Ser una persona física (no una empresa) que actúa de buena fe.
- No tener antecedentes penales por delitos económicos.
- No haberse acogido a esta ley en los últimos 10 años.
- Tener unas deudas inferiores a 5 millones de euros.
- Haber intentado un acuerdo extrajudicial con tus acreedores previamente.
- No disponer de patrimonio suficiente para pagar tus deudas.
Si cumples estos requisitos, puedes solicitar la ley de segunda oportunidad ante un notario o un registrador mercantil, que nombrará un mediador concursal para que intente llegar a un acuerdo con tus acreedores. Si el acuerdo no prospera o no se cumple, puedes pedir al juez que te exima del pago total o parcial de tus deudas.
Declararte en concurso de acreedores
Otra alternativa que tienes es declararte en concurso de acreedores, un procedimiento judicial que te permite reestructurar o liquidar tus deudas bajo la supervisión de un administrador concursal. Para ello, debes cumplir estos requisitos:
- Ser insolvente o estar en situación inminente de insolvencia.
- Tener más pasivos (deudas) que activos (bienes).
- Solicitar el concurso dentro de los dos meses siguientes a haber conocido o debido conocer tu estado de insolvencia.
Si cumples estos requisitos, puedes solicitar el concurso voluntario ante el juzgado competente, que nombrará un administrador concursal para que analice tu situación y proponga un convenio con tus acreedores o la liquidación de tus bienes. El objetivo es que puedas pagar lo máximo posible y quedar liberado del resto.
¿Qué recursos legales tienes para defender tus derechos?
Además de las opciones anteriores, también tienes algunos recursos legales para defender tus derechos frente a tus acreedores. Estos son algunos de ellos:
Impugnar las cláusulas abusivas
Si crees que tu contrato de préstamo o crédito contiene cláusulas abusivas, como intereses de demora excesivos, comisiones injustificadas o vencimiento anticipado, puedes impugnarlas ante el juez. Si el juez las declara nulas, quedarán sin efecto y no tendrás que cumplirlas.
Solicitar la nulidad de la deuda por usura
Si consideras que tu deuda es usuraria, es decir, que se te ha aplicado un interés notablemente superior al normal del dinero y desproporcionado con las circunstancias del caso, puedes solicitar la nulidad de la deuda por usura. Si el juez la declara nula, quedarás liberado del pago de los intereses y solo tendrás que devolver el principal.
Denunciar el acoso de los cobradores
Si sufres acoso por parte de los cobradores de tus deudas, como llamadas constantes, amenazas, insultos o presiones indebidas, puedes denunciarlo ante la policía o la justicia. El acoso es un delito que puede ser castigado con multas o penas de prisión.
Conclusión
Como has visto, tener deudas impagables no es el fin del mundo. Existen opciones y recursos legales que puedes utilizar para afrontar tu situación y salir adelante. Lo importante es que actúes con responsabilidad, que busques asesoramiento profesional y que no te dejes engañar por soluciones milagrosas o fraudulentas. Recuerda que tus deudas no te definen como persona y que siempre hay una luz al final del túnel.