¿Sabías que tener una mascota puede ser muy beneficioso para tu salud y tu felicidad? Seguro que sí, por eso has decidido compartir tu vida con un animalito que te da amor incondicional. Pero también sabes que cuidar de una mascota tiene un coste, y a veces puede ser difícil ajustar el presupuesto para darle todo lo que necesita. ¿Cómo puedes ahorrar dinero sin renunciar al bienestar de tu compañero peludo? En este artículo te damos algunos consejos prácticos para que puedas disfrutar de tu mascota sin que tu bolsillo sufra.
Elige bien a tu mascota
Antes de adoptar o comprar una mascota, es importante que te informes bien sobre las características, necesidades y gastos que conlleva cada especie y raza. No todas las mascotas son iguales, y algunas pueden requerir más cuidados, espacio, alimentación o atención veterinaria que otras. Por ejemplo, un perro grande puede comer más y necesitar más ejercicio que uno pequeño, y un gato de pelo largo puede necesitar más cepillado y limpieza que uno de pelo corto. También hay que tener en cuenta el carácter, la energía y la sociabilidad de cada animal, para que se adapte a tu estilo de vida y a tu entorno. Así evitarás problemas de comportamiento, estrés o enfermedades que puedan suponer un gasto extra.
Planifica los gastos de tu mascota
Una vez que tengas a tu mascota en casa, es conveniente que hagas un presupuesto mensual y anual de los gastos que vas a tener con ella. Estos pueden incluir:
- Alimentación: elige un pienso o comida de calidad, adecuado a la edad, tamaño y actividad de tu mascota. No escatimes en este aspecto, ya que una buena alimentación es clave para su salud y previene enfermedades. Compara precios y ofertas, y compra al por mayor si puedes. Evita darle comida humana o golosinas innecesarias, ya que pueden ser perjudiciales para su salud y su peso.
- Higiene: proporciona a tu mascota un lugar limpio y cómodo donde dormir y descansar. Limpia su cama, su comedero y su bebedero con frecuencia. Cepilla su pelo y sus dientes regularmente, y báñala solo cuando sea necesario. Usa productos específicos para su higiene, y no los compartas con otros animales o personas. Si tienes un gato, cambia la arena del arenero cada semana, y usa una arena aglomerante o ecológica que dure más y genere menos residuos.
- Salud: lleva a tu mascota al veterinario al menos una vez al año para hacerle una revisión general y ponerle las vacunas y desparasitaciones correspondientes. Contrata un seguro veterinario que cubra las posibles emergencias o enfermedades que pueda tener. Esteriliza a tu mascota si no vas a criar con ella, ya que así evitarás camadas indeseadas, problemas de salud y comportamiento, y gastos innecesarios.
- Ocio: dedica tiempo a jugar con tu mascota y a estimularla mentalmente. Usa juguetes apropiados para su edad y tamaño, y cámbialos de vez en cuando para que no se aburra. No hace falta que compres juguetes caros, puedes hacerlos tú mismo con materiales reciclados o usar objetos cotidianos como pelotas, cajas o botellas. También puedes llevar a tu mascota a parques, playas o lugares donde pueda socializar con otros animales y personas, siempre respetando las normas de seguridad e higiene.
- Educación: educa a tu mascota desde cachorro o desde que llegue a tu casa. Enséñale las normas básicas de convivencia, como hacer sus necesidades en el lugar adecuado, no morder o arañar los muebles o las personas, no ladrar o maullar excesivamente, etc. Usa el refuerzo positivo para premiar sus buenos comportamientos, y evita los castigos físicos o verbales. Si necesitas ayuda profesional, busca un adiestrador o educador canino o felino que use métodos respetuosos y eficaces.
Siguiendo estos consejos podrás reducir los gastos de tu mascota sin afectar a su calidad de vida. Recuerda que lo más importante que puedes darle a tu mascota es tu amor, tu atención y tu compañía. Así conseguirás que sea feliz y que te lo agradezca con su lealtad y su cariño.