La quiebra personal: qué es y cuándo considerarla

hombre preocupado por las deudas pensando en declarase en quiebra personal

¿Te sientes agobiado por las deudas y no sabes cómo salir de esta situación? ¿Has pensado alguna vez en declararte en quiebra personal? En este artículo te explicamos qué es la quiebra personal, cuáles son sus ventajas e inconvenientes y cuándo puede ser una opción viable para ti.

¿Qué es la quiebra personal?

La quiebra personal es un procedimiento legal que permite a una persona física que no puede hacer frente a sus obligaciones de pago solicitar la exoneración de sus deudas o la reestructuración de las mismas. Se trata de una medida de última instancia que tiene como objetivo dar una segunda oportunidad a los deudores de buena fe que se encuentran en una situación de insolvencia.

La quiebra personal se regula en España por la Ley 25/2015, de 28 de julio, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de la carga financiera y otras medidas de orden social. Para acogerse a este mecanismo, el deudor debe cumplir una serie de requisitos, como:

  • No haber sido condenado por delitos contra el patrimonio, contra el orden socioeconómico, de falsedad documental, contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social o contra los derechos de los trabajadores en los 10 años anteriores.
  • No haberse acogido a la quiebra personal en los 5 años anteriores o haber rechazado una oferta de empleo adecuada a su capacidad en los 4 años anteriores.
  • Actuar de buena fe, es decir, haber intentado un acuerdo extrajudicial con sus acreedores previamente y no haber ocultado ni dilapidado su patrimonio.
  • Tener un pasivo inferior a 5 millones de euros.

¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes?

La principal ventaja de la quiebra personal es que permite al deudor liberarse total o parcialmente de sus deudas y empezar de nuevo sin el peso de las mismas. Esto supone un alivio psicológico y una mejora en su calidad de vida. Además, la quiebra personal puede evitar situaciones de exclusión social y pobreza derivadas del sobreendeudamiento.

Sin embargo, la quiebra personal también tiene sus inconvenientes. Por un lado, implica la pérdida del patrimonio del deudor, salvo los bienes inembargables establecidos por la ley, como el salario mínimo interprofesional o los bienes necesarios para el ejercicio de su actividad profesional. Por otro lado, supone un deterioro en su historial crediticio, lo que dificulta su acceso al crédito en el futuro. Asimismo, puede conllevar consecuencias fiscales, como el pago del impuesto sobre la renta por las ganancias patrimoniales derivadas del perdón de las deudas.

¿Cuándo considerar la quiebra personal?

La quiebra personal es una decisión muy importante que debe tomarse con cautela y asesoramiento profesional. No se trata de una solución mágica ni rápida, sino de un proceso complejo y costoso que tiene efectos duraderos. Por ello, solo debe considerarse cuando se cumplan las siguientes condiciones:

  • Se haya intentado sin éxito un acuerdo extrajudicial con los acreedores para renegociar las condiciones de pago o condonar parte de las deudas.
  • Se tenga la certeza de que no se podrá hacer frente a las obligaciones de pago en el corto y medio plazo por causas ajenas a la voluntad del deudor.
  • Se esté dispuesto a asumir las consecuencias negativas que implica la quiebra personal tanto para el patrimonio como para el crédito del deudor.

En definitiva, la quiebra personal es una opción legal que puede ayudar a las personas que se encuentran en una situación extrema de sobreendeudamiento e insolvencia. Sin embargo, no es una decisión que deba tomarse a la ligera ni sin informarse adecuadamente. Si te planteas acogerte a este mecanismo, te recomendamos que consultes con un abogado especializado que te oriente sobre los pasos a seguir y las alternativas disponibles.

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