¿Te gustaría invertir tu dinero de forma que no solo te beneficie a ti, sino también al planeta y a la sociedad? Si es así, este artículo es para ti. Te voy a explicar qué es la inversión consciente y ética, cómo funciona y qué ventajas tiene. Además, te daré algunos consejos para empezar a invertir de esta manera.
¿Qué es la inversión consciente y ética?
La inversión consciente y ética es una forma de invertir que tiene en cuenta no solo el rendimiento financiero, sino también el impacto social y ambiental de las empresas o proyectos en los que se invierte. Se trata de elegir inversiones que contribuyan a resolver problemas globales, como el cambio climático, la pobreza, la desigualdad o los derechos humanos.
La inversión consciente y ética se basa en tres principios:
- El principio de exclusión: se evitan las inversiones en sectores o actividades que generan daños o riesgos para el medio ambiente o la sociedad, como las armas, el tabaco, el alcohol, el juego, la energía nuclear o los combustibles fósiles.
- El principio de inclusión: se buscan las inversiones en sectores o actividades que aportan beneficios o soluciones para el medio ambiente o la sociedad, como las energías renovables, la agricultura ecológica, la educación, la salud o la inclusión financiera.
- El principio de influencia: se ejerce el derecho a voto como accionista o se dialoga con las empresas o proyectos en los que se invierte para promover buenas prácticas ambientales, sociales y de gobierno corporativo.
¿Cómo funciona la inversión consciente y ética?
La inversión consciente y ética se puede realizar de diferentes formas, según el nivel de compromiso y el tipo de instrumento financiero que se elija. Algunas de las opciones más habituales son:
- Los fondos de inversión socialmente responsables (FISR): son fondos que invierten en una cartera diversificada de activos financieros (acciones, bonos, etc.) que cumplen con unos criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Estos criterios pueden ser positivos (seleccionar las mejores empresas en cada sector) o negativos (excluir las peores empresas en cada sector). Los FISR suelen tener un sello o una certificación que garantiza su calidad y transparencia.
- Los bonos verdes, sociales o sostenibles: son bonos emitidos por entidades públicas o privadas que destinan los fondos captados a financiar proyectos con un impacto positivo en el medio ambiente (bonos verdes), en la sociedad (bonos sociales) o en ambos (bonos sostenibles). Estos bonos suelen tener un marco de referencia que define el tipo de proyectos elegibles, los criterios de selección, el seguimiento y la evaluación del impacto.
- La inversión de impacto: es una inversión directa en empresas o proyectos que tienen como objetivo principal generar un impacto social o ambiental positivo y medible, además de un retorno financiero. La inversión de impacto suele enfocarse en sectores como la microfinanciación, la vivienda social, la salud, la educación o el medio ambiente.
¿Qué ventajas tiene?
La inversión consciente y ética tiene varias ventajas para los inversores y para la sociedad en general. Algunas de ellas son:
- Permite alinear los valores personales con las decisiones financieras, lo que genera una mayor satisfacción y sentido de propósito.
- Contribuye a generar un cambio positivo en el mundo, apoyando a las empresas o proyectos que ofrecen soluciones a los desafíos globales.
- Ofrece una rentabilidad competitiva, comparable o incluso superior a la de las inversiones tradicionales, ya que las empresas o proyectos con un buen desempeño ambiental, social y de gobierno corporativo suelen tener una mejor gestión del riesgo, una mayor innovación y una mayor fidelidad de los clientes.
- Diversifica la cartera de inversiones, reduciendo la exposición a sectores o actividades con mayor volatilidad o incertidumbre.
¿Cómo empezar a invertir de forma consciente y ética?
Si quieres empezar a invertir de forma consciente y ética, estos son algunos pasos que puedes seguir:
- Define tu perfil de inversor: analiza tu situación financiera, tus objetivos, tu horizonte temporal y tu tolerancia al riesgo. Esto te ayudará a elegir el tipo de inversión que más se adapte a tus necesidades y expectativas.
- Establece tus criterios de inversión: decide qué temas o sectores te interesan más, qué impacto quieres generar y qué nivel de compromiso quieres tener. Esto te ayudará a filtrar las opciones de inversión que existen en el mercado.
- Busca información y asesoramiento: consulta fuentes fiables y especializadas que te ofrezcan información sobre las características, los riesgos y las rentabilidades de las diferentes opciones de inversión consciente y ética. También puedes recurrir a un asesor financiero que te oriente y te acompañe en el proceso.
- Elige y contrata tu inversión: una vez que hayas encontrado la opción de inversión que más te convenza, solo tienes que seguir los pasos para contratarla, ya sea a través de una entidad financiera, una plataforma online o una intermediaria.
Conclusión
La inversión consciente y ética es una forma de invertir que tiene en cuenta el impacto social y ambiental de las empresas o proyectos en los que se invierte. Es una forma de alinear los valores personales con las decisiones financieras, contribuir a generar un cambio positivo en el mundo y obtener una rentabilidad competitiva. Si quieres empezar a invertir de forma consciente y ética, solo tienes que definir tu perfil de inversor, establecer tus criterios de inversión, buscar información y asesoramiento y elegir y contratar tu inversión.