¿Sabías que los préstamos rápidos pueden ser una trampa financiera que te haga endeudarte más de lo que puedes pagar? En este artículo te voy a explicar qué son los préstamos rápidos, cuáles son sus riesgos y cómo puedes evitarlos.
¿Qué son los préstamos rápidos?
Los préstamos rápidos son créditos que se conceden en cuestión de minutos, sin apenas requisitos ni papeleos. Suelen ser solicitados por personas que necesitan dinero urgente para afrontar algún imprevisto o gasto extraordinario.
Los préstamos rápidos se caracterizan por tener unas condiciones muy desfavorables para el cliente, como:
- Un interés muy alto, que puede superar el 1000% TAE (Tasa Anual Equivalente).
- Un plazo de devolución muy corto, que puede ser de días o semanas.
- Unas comisiones y penalizaciones muy elevadas en caso de impago o retraso.
- Unas cláusulas abusivas que pueden limitar los derechos del cliente o facilitar el embargo de sus bienes.
¿Cuáles son los riesgos de los préstamos rápidos?
Los préstamos rápidos pueden suponer un riesgo para tu economía personal si no los usas con responsabilidad y criterio. Algunos de los riesgos son:
- Entrar en un círculo vicioso de endeudamiento, al tener que pedir nuevos préstamos para pagar los anteriores, aumentando así la deuda y los intereses.
- Dañar tu historial crediticio, al generar impagos o retrasos que queden registrados en ficheros como ASNEF o RAI, dificultando tu acceso a otros productos financieros más ventajosos.
- Perder tus bienes o ingresos, al aceptar cláusulas que permitan al prestamista embargar tu nómina, tu cuenta bancaria o tus propiedades en caso de impago.
- Sufrir acoso o amenazas por parte de las empresas de recobro, que pueden emplear métodos ilegales o intimidatorios para presionarte a pagar.
¿Cómo evitar los riesgos de los préstamos rápidos?
La mejor forma de evitar los riesgos de los préstamos rápidos es no recurrir a ellos salvo que sea estrictamente necesario y tengas la certeza de poder devolverlos en el plazo acordado. Además, te recomiendo que sigas estos consejos:
- Compara diferentes opciones antes de solicitar un préstamo rápido. Puede que encuentres otras alternativas más baratas y seguras, como pedir un anticipo de nómina, solicitar un crédito al consumo o usar una tarjeta de crédito.
- Lee detenidamente el contrato antes de firmarlo. Asegúrate de entender todas las condiciones, especialmente el interés, el plazo, las comisiones y las penalizaciones. Rechaza cualquier cláusula que te parezca abusiva o injusta.
- Elabora un presupuesto y un plan de pago. Calcula cuánto dinero necesitas y cuánto puedes pagar cada mes. No pidas más dinero del que necesitas ni te comprometas a pagar más de lo que puedes. Intenta ahorrar e ingresar más dinero para amortizar el préstamo lo antes posible.
- Cumple con tus obligaciones. Paga el préstamo en el plazo establecido y evita incurrir en impagos o retrasos. Si tienes algún problema para pagar, contacta con el prestamista y negocia una solución. No ignores sus llamadas ni sus cartas.